Menú anterior
nº 8 Julio 1989
Editorial
Carta abierta...
Artículo de F.y A.
Noticias...
A los árboles
Gallo 89
Teatro
Festival Medieval
La ola que...
Teles y antenas
Imaginación al...
La Atracción....
Poesías
nº 8 Julio 1989
nº 8 Julio 1989
nº 8 Julio 1989

Gallo 89

Todo surgió como surgen las grandes manifestaciones. De una manera desinteresada, sin racionalizarlo concienzudamente, todo surgió de una simple proposición.
Una proposición que dio pie a la revivencia un tanto heterodoxa de una tradición que había empezado a declinar el año anterior. Y digo un tanto heterodoxa por la ruptura, esta vez, con los cánones tradicionales, pues si bien tradicionalmente la comida era el foco de menor atracción de todo el protocolo, este año las proteínas y vitaminas adquirieron un mayor protagonismo, quedando un tanto desangeladas las otras partes concurrentes como baile de disfraces y el correcalles "gallil", tal vez desalmados una vez más por el infortunio climatológico.
pero luchando contra los elementos los más "peques" no perdieron la oportunidad y cumplieron su cometido disfrutando con su gallo hasta caer rendidos.
La nota negativa quedaría marcada por el sobredicho baile de disfraces al que acudieron contadas personas y acabó frustrándose.
Al día siguiente, se asomó un domingo espléndido que arrastró consigo a un sol radiante que templó los ánimos.
De madrugada son llevadas hasta la plaza multitud de maderas que constituirían un fabuloso combustible para cocinar la paellada de enormes dimensiones que posteriormente se serviría en la plaza pública y al aire libre, a todos los comensales.
Nuestro fabuloso cocinero, Jesús Ayuso, cuchillo en ristre se disponía a agasajar el fabuloso menú, y así lo consiguió, ¡y de qué manera!
En esto las campanadas de la iglesia tañían para anunciar la festividad de San Blas, patrón de los quintos, y su consiguiente procesión, después, al finalizar la subasta, se colocaron en la plaza diferentes mesas que sirvieron para acomodar a unos pocos, el resto se acomodó donde pudo y así, un cucharada tras de otra hasta dar fin con la enorme paella.
La comilona puso punto y final a la rememoración del gallo, que si bien tuvo unos comienzos desalentadores acabó congregando más de un centenar de presonas que supieron pasar un rato agradable.
Lo difícil ya está hecho, se consiguió dar el primer empujón, ahora todo es cuestión de saber mantener el motor en marcha, y así seguir año tras año celebrando nuestra fiesta del gallo.

José Ignacio Blas


© 2004-2009 A.E.P.D.P. Hita (Guadalajara) - Aviso Legal - Inicio
Comentarios y sugerencias: