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Encuentro de Poetas en Hita
El pasado 26 de mayo, día de las Flores, fue también el día de la poesía. Una veintena
de poetas se dieron cita en nuestra villa en un acto organizado por Ayuntamiento y
Asociación, para deleitarnos con sus poesías y rememorar la figura del Arcipreste, y el
origen de la poesía en la lengua castellana.
El acto fue abierto por D. Manuel Criado de Val que habló del Arcipreste, y tras la
lectura de las poesías de los poetas invitados (junto a las de Beatriz Lagos y July
Sopetrán) el acto se cerró con las poesías "locales" de D. Silvano Ferrer,
Raquel Blas, Víctor Gil y José Ignacio Blas. Después de este acto celebrado en las ruinas
de S. Pedro hubo un vino en la bodega de Pablo Aranda. Todos los poetas quedaron muy
contentos y con ganas de volver.
Tres de los poetas asistentes nos han escrito poesías para "La Troje".
Una vez mas desde aquí damos las gracias a July y Beatriz sin las cuales no podríamos
haber realizado este acto.
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¡clamor de comunera rebeldía
nos unió en concierto libertario,
y una explosión de rimas fue escenario
que en morado matiz nos envolvía!
Hita en piedra inmemorial, dormía
su placidez de abierto santuario;
la Virgen de la Cuesta en su calvario
blanca de primaveras se mecía...
Y un Arcipreste allí en carne y hueso
y un pueblo entero de amor sobrecogido,
una campiña absorta y una ermita.
Que en medieval conjuro te hacían preso
y en castellano abrazo bienvenido
al encuentro poético con Hita.
Soledad Santamaría.
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Pude decir Palabra y dije Pan,
Hita de la Palabra y el recuerdo.
Pude decir Palabra y dije Pan
porque el Pan era Verso.
¡Pude decir Palabra!
Sin estrenar la encontré
luminosa y reciente,
antigua y decidida.
Pude decir Palabra y dije Pan.
Derramada en el valle,
entrelazada al viento,
incrustada en la luz
de tu hechura infinita,
sin estrenar la encontré;
luminosa y antigua,
reciente y decidida.
Y tomé tu Palabra y dije Pan.
Piedra, paisaje, Historia:
¿quién dice Verbo en Hita?
M. Lourdes Fernández Martínez.
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El juglar de Hita
Así cantaba el juglar,
soñando lo que veía:
"Piedra, piedra puesta en pie;
Historia y leyendas vivas.
Encajes de arcos romanos
y árabes, bajo él palpitan.
El artesano del Tiempo
los construye y los arruina;
los convierte en medievales...
¡Dios mío, qué hermoso es Hita!
Cercenado fue el castillo,
testa de la frente altiva;
pero su tronco y sus piernas
son orgullosa colina
que dirige la batalla
secular de la campiña.
La procesión cuesta abajo...
¡pero la Fe, cuesta arriba!
La Virgen es tan pequeña
que es tan sólo... Virgencita.
Bajo pétalos de rosas
el vecindario desfila.
Don Silvano, el sacerdote
-versos y latín-, les guía.
Sus gentes, piel de romance,
dos sonetos las pupilas,
anchos el pecho y la mano;
anchos... porque ancha es Castilla,
te dan su pan y su vino
¡te dan... el alma y la vida!
El Arcipreste pasea
montando una golondrina.
(Vuelve a crear el juglar
los versos que Dios le inspira.)
El Libro del Buen Amor
en el campanario anida
cual renovada cigüeña
que los siglos no marchitan.
La procesión cuesta abajo
¡pero la Fe... cuesta arriba!
¡Dios mío qué hermoso pueblo!:
Arcón de la Poesía...
guerrero decapitado
por la espada de la brisa
en torneo medieval.
¡Eso es el pueblo de Hita!
Y así terminó el poema,
poniendo un beso por firma
aquél juglar peregrino...
¡que en Hita se quedaría!
Marcos Manuel.
a Hita, Beatriz, Juli y Soledad con gratitud
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Quiero desde mi celda
Quiero poder divagar
en los profundos sueños
de mi vida frustrada.
Y quiero desde mi celda
para penar por mi alma.
Quiero soñar con tus ojos
profundos como el alborada,
soñar a media tarde.
Y quiero desde mi celda
para penar por mi alma.
Quiero que me acompañes
en el más mínimo instante
de mi larga travesía.
Y quiero desde mi celda
amor por el cual vivía.
José Ignacio Blas.
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Huella del Sentimiento
Sentado entre matorrales
ante la orilla del río
libro de la vida docto y mudo
que muestra su sabiduría,
pasa las hojas vivaz
el soniquete del agua
y en los puntos suspensivos
detiene su marcha,
observo y recorro nombres
miles son los escribanos
que en tí dejaron su huella
cada cual un sentimiento,
un suspiro, un pensamiento.
Quedo yo por reflejar
en los puntos suspensivos
mi memoria, lo que siento,
y así añado:
-corre sin avanzar demasiado
-vuela, pero nunca tan alto que
pierdas la cara al suelo.
Con esto mi huella marcada
mañana entre matorrales
a la orilla, abrirás el libro
y al leerlo, ante ti la vida
¡hijo mío!
José Ignacio Blas.
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Lloro a un olmo viejo
Olmo, teme
que llegan los taladores
a paso ligero y perenne
para cortar tus raíces.
Olmo, grita
y más que nunca sopla el viento
azotando en toda tu copa
rumor de tristeza y lamento.
Olmo, teme
que ya han llegado al barranco
y sin ti el barranco se convierte
en simple maleza de campo.
Olmo, corre
si es triste, también cierto
para estar fijo naciste
si te mueves será muerto.
Olmo, teme
que mano inconsciente levanta
verduguera hacha inocente
que clava su filo y te mata.
Víctor Gil
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Beatriz en Madrid
En Madrid, el día 21 de marzo, en la Casa de Guadalajara, asistimos a un recital de
poesía de nuestra vecina y amiga Beatriz Lagos. Fue un rotundo éxito para ella y una
delicia para los que estuvimos allí escuchándola.
Entre otras poesías leyó algunas con el acento gaucho de su Pampa argentina, que
resultaron un verdadero placer para nuestros oídos, y también alguna dedicada a Hita que
nos llenó de orgullo porque uno tiene su corazoncito y la tierra tira (a unos por haber
nacido aquí y a otros porque sí, porque queremos, o nos habéis enseñado a querer, a
este pueblo).
Al finalizar el acto fuimos obsequiados con un vino y tuvimos la ocasión de conocer a
algunos de los poetas que posteriormente nos visitaron.
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Acróstico a la poetisa argentina Beatriz Lagos
B rava gaucha que vuelves al origen sonriendo
E n medio de un batir de trágicos acentos
A lfonsina en azul sueña en tus ojos mares
T upidos universos de trinos libertarios
"R EVOLEA" tu boca como suave campana
I deales lejanos "COLGASTE EN LA GALLETA"
Z arcos los horizontes y el sentir cotidiano.
L igera de equipaje y con el alma a cuestas
A lada gaviota, tierna orquídea de plumas,
G orjeando estudiaste en la PÁJARO-calle.
O tros lloran tu ausencia en tierras extranjeras.
S in ti, HITA sería, sepulcro del Arcipreste.
Soledad Santamaría.
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Despacio y buena letra,
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.
Nunca traces tu frontera
ni cuides de tu perfil
Todo eso es cosa de fuera.
laboran, pasan y sueñan
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.
Ved al niño encaramado
en el árbol de la ciencia;
entre sus piernas la rama;
el fruto entre ceja y ceja.
Mas otra España nace
la España del cincel y de la maza
con esa eterna juventud
que se hace
del pasado macizo de la raza.
Qué difícil es
cuando todo baja
no bajar también.
De diez cabezas,
nueve embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea.
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes al mundo,
te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Caminante son tus huellas
el camino y nada más;
caminante no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
si no estelas en la mar.
Nuestro español bosteza
¿Es hambre? ¿Sueño?
¿Hastío?
Doctor ¿tendrá el estómago vacío?
El vacío es mas bien de la cabeza.
¿Tu verdad?
No. La verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya guárdatela.
Hoy es siempre,
todavía.
Todo necio
confunde valor y precio.
El acá
y el allá,
caballero,
se ve en tu rostro marchito
lo infinito:
cero, cero.
Camorrista,
boxeador,
zúrratelas con el viento.
Castilla miserable,
ayer dominadora,
envuelta en su andrajos,
desprecia cuanto ignora.
¿Espera, duerme o sueña?
El que espera, desespera
dice la voz popular.
¡Qué verdad tan verdadera!
La verdad es lo que es
y sigue siendo verdad
aunque se piense al revés.
Para dialogar,
preguntad primero;
después... escuchad.
EN EL RECIENTE CINCUENTENARIO DE LA MUERTE DEL POETA.
LA TROJE