Me dispongo a explicaros como ha pasado y he visto yo este año que acaba.
ENERO. mes de propósitos, promesas que casi nunca se cumplen, pero lleno de
ilusión, sobre todo para los niños, es el mes de los Reyes. Celebramos nuestra
ya tradicional cabalgata con gran animación por parte de todos, alegría en los
pequeños, locos con sus juguetes y regalos, y añoranza en los mayores.
FEBRERO. Llega San Blas, fiesta de los quintos, antes noche de ronda, novias
en vela, quema de leña, diversión sana, ahora convertida en noche de
estruendo, petardos y cohetes, y menos mal que este año no se quemó ninguna
persiana, como parece que era costumbre ¿será que nos vamos civilizando? Falta
nos hace.
MARZO y ABRIL. Meses de Carnaval y Semana Santa. Carnaval que excluyendo a
unos niños que se disfrazaron y dieron una vuelta por el pueblo, no hubo nada,
los mayores parecemos sin humor, aburridos, pregunto ¿no sería posible este
año próximo, contando con la colaboración de todos celebrar aunque solamente
fuera el DOMINGO DE CARNAVAL? Animaos, veréis como nos divertimos todos.
MAYO. Flores, primavera, nuestra Patrona, nuestra fiesta, a la cual cada año
viene más gente, a ella acudió, por segundo año el Señor Gobernador Civil,
que presidió la Misa Mayor, al que D. Silvano saludó con palabras de
agradecimiento por dignarse estar entre nosotros. No todos los pueblos pueden
contar con tan notable personalidad. La procesión como siempre, la que cada vez
está más preciosa es LA VIRGEN, pues cada año se la adorna mejor, y el arco
cada vez con más flores.
JULIO, AGOSTO y SEPTIEMBRE. Festival Medieval, vacaciones. Al festival cada
año acude menos gente, me acordaba de aquellos años en que un gran número de
autocares llenaban las eras, las meriendas por las calles y en la plaza, entre
todos los hemos echado, no se puede cuando está el teatro, dar voces y armar
escándalo, debemos pensar que personas que vienen de Madrid a ver
exclusivamente la representación y por supuesto pagan ¿qué ocurre? Que el que
viene un año no vuelve. El pueblo no colabora o lo hace muy poco.
Con las vacaciones se anima el pueblo, ruidos de motos, trasnochadas, que nos
fastidian y no nos dejan dormir ¡hay que pensar en los demás, jovencitos! Al
haber más gente hay más comentarios, y como no, de la Fiesta de los Toros,
estos son para todos los gustos. Este año ha sido un éxito de público, de
recaudación y de colaboración, se han visto personas cerrando la plaza que
nunca lo hacían, esto está pero que muy bien, que cunda el ejemplo los
próximos años, eso es querer al pueblo, lástima que no se hayan dado cuenta
antes. En cuanto a los toros, dicen que el toro del encierro fue muy majo y el
público se lo pasó muy bien, lástima que lo mataran a palos, vaya diversión.
El de la plaza fue un desastre, no tenía mas que cuernos, sin fuerza, manso, en
fin muy malo, es el peor toro que he visto. Con las vacas las desgraciadas se
cebaron, una que no la ve casi nadie y amanece muerta en el toril, y hay que
tirar la carne (repetirlo el próximo año), la otra que se mata contra un
burladero, menos mal que el fin de fiesta, con la comida de la vaca, el
chocolate con churros y el teatro de los más jóvenes estovo muy bien, lo mismo
que los disfraces al comienzo.
OCTUBRE. Comienza el curso escolar, nos quedamos los vecinos, adiós ruidos y
cachondeos, nos alegramos en la fiesta del PILAR, los Guardia lo celebraron como
cuando yo era niña, en fin que pasamos un animado día.
NOVIEMBRE. Los Santos, el Tenorio casi olvidado y la tristeza en el pueblo. A
las seis de la noche cuatro en los bares, y sin hacerse cargo nadie de abrir y
cerrar el centro Social. No sabemos lo que tenemos, que pena.
DICIEMBRE. Alegría, turrones, panderetas, villancicos, en fin como siempre.
Un año que ha pasado con muy pocas novedades.
Así he visto yo los doce meses en Hita, aburridos, mucho, pero no muertos,
de todas formas cada cual llevamos la tristeza y la alegría dentro, aunque de
vez en cuando sea conveniente exteriorizarla.
Isabel