Cartas abiertas dirigidas a Dª Cristina
Hernaiz, autora del artículo El Toro Alanceado de
Hita publicado en el número de agosto de la revista
PRIMERA LÍNEA
A Dª Cristina Hernaiz
Que mal, que mal Dª Cristina. ¿Pero cómo se ha
atrevido a calificar de salvaje, garrulo, enloquecido, entre
otras lindezas, a todo un pueblo sin haber puesto un pie en él,
sin haber contrastado un mínimo la noticia que su ética
profesional le exige?
Y es que en su artículo escribe -no ya en letra pequeña, sino
también en un recuadro de 13.2 x 7.5 cm. con letra amarilla ¿le
suena?- la siguiente afirmación: «El "toro alanceao"
de Hita consiste en que todo el pueblo participa con lanzas en la
muerte del animal cuyos testículos se cortan finalmente como
trofeo».
Mire usted: este recuadro la descalifica tanto -no ya como
profesional, sino como persona mínimamente educada- que su
valentía -la nuestra ya sabemos por usted que consiste en cortar
testículos- la debería animar a acercarse a este pueblo y
comprobaría que lo que usted publica sobre nosotros, sobre Hita
-los demás pueblos sabrán defenderse, ignorarla o asumir sus
actos- es ABSOLUTAMENTE MENTIRA.
De paso, también podrá comprobar que en este pueblo tan
garrulo, con menos de 300 censados, se publica esta carta que
ahora tiene en sus manos, que si sintoniza el 107.9 en FM usted
pude escuchar una buena radio los sábados por la tarde, que de
vez en cuando hemos puesto en marcha Telehita, eso sí, con menos
audiencia que la de su patrón. Se enteraría también del
encuentro poético que cada mes de mayo celebramos, se enteraría
de que la mayoría de los jóvenes pertenecen a una Asociación
Cultural que participa o ha participado en obras de teatro que se
representan aquí, que colaboran a tope en otro acto cultural
como es el Festival Medieval, que organizan las Fiestas en las
que también hay toros, que también se valoran los gestos,
apareciendo Hita en los medios de comunicación de ámbito
nacional por un acto de solidaridad.
Son sólo unas cuantas muestras de lo que un pueblo con unos 260
censados y algunos más sin censar es capaz de hacer.
A su periodismo de investigación seguramente le interese
comprobar como un pueblo, sin apenas medios personales y
materiales, trata de hacer cultura y no salvajismo que usted
gratuita e inquisitorialmente con la afirmación más falsa nos
adjudica.
Aprenderá también que en los pueblos cada quisque -quisqui dice
usted- ya hemos aprendido a leer y escribir al menos tan bien
como usted y además sin mentir. A los graciosos, el filón de
los paletos se les ha acabado hace años y usted no se ha
enterado.
Venga, venga por aquí y después si quiere "vuelva a por
uvas". Esto sí es de pueblo, tampoco presumimos de ser
perfectos.
El pan hay que ganárselo con el trabajo bien hecho; el suyo, al
menos, consiste en no difamar.
Cordialmente
Gerardo Gil.
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Carta a Cristina Hernaiz
Cristina: Después de leer el valiente artículo en el que
denuncia las barbaridades que se cometen en Hita con el toro del
encierro, me decido a escribirle para rogarle que también
denuncie a nivel nacional, si es posible sería mejor a nivel
internacional, sobre las vejaciones a que todavía nos vemos
sometidas las mujeres de este Pueblo.
¡Pásmese!, en pleno siglo XX, en los umbrales del siglo XXI, el
señor de estas tierras sigue ejerciendo sobre nosotras el
derecho de pernada.
Usted, que tan sensible parece, supongo que no tendrá ningún
problema para, igual que lo hace con los animales (sensibilidad
que yo comparto), erigirse en la defensora de estas pobres
garrulas para que se termine con esta "tradición".
En otras circunstancias no firmaría esta carta por miedo a que
me aten a la Picota y me corten las orejas (ya que no tengo
testículos), pero confío en usted para que lo evite.
Eternamente agradecida.
María Moraleda.