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Nombres y Apellidos de Hita |
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Siempre me ha interesado la toponimia de los lugares donde
habito. La etimología de los nombres de los lugares son las
raíces que afloran en nuestros oídos como una música que
invita a investigar. Hita es rica en nombres y apellidos, nombres
de tierras labradas que un día fueron auténticos pedestales
históricos donde habitaron las tribus carpetanas. Puedo imaginar
Hita en plena época celtibérica, cubierta de árboles en sus
alrededores, árboles que darían a esta tierra otro esplendor,
el de la época romana. Sí, puedo pensar que entonces Hita no
estaba tan seca, tan desnuda, tan abierta al sol y al viento. La
Hita carpetana, la Hita salvaje y virgen que se entregaba a Roma
unos doscientos años antes de Cristo. Pero los frondosos bosques
quedarían en el alto de Torija, Hita sería una de olivares y
viñedos, y las tropas romanas podrían avanzar con mayor
facilidad por sus parajes. Apiano describe estas tierras, pasado
ya el Tajo, como un monte sagrado plantado de olivos. Plinio
asegura que "era abundante y de buena calidad el
comino" (NH1916). Hita se deja vencer por Sempronio Graco y
en los nombres de las tierras que hoy cultivamos, podemos
precisar con nuestra imaginación, aquella victoria romana, aquel
reparto de tierras que el gran Pretor estableció en lo que hoy
llamamos Castilla La Mancha y especialmente Hita. Me quedo
pensando, cuando algún labrador moderno me habla de los cerros
de Hita, o cuando busco con avidez en el archivo histórico,
algunas hojas sueltas, censos, 1848, (Ita n¦ 624), subastas de
tierras, expedientes de ventas, o simplemente inventarios de
propiedades de famosos conventos de Hita y sus alrededores, hoy
algunos desaparecidos, son topónimos que me hacen pensar, como:
"La Cajuela", "El Tiro", "Camino de
Pinillo", "Chaconzuela",
"Valde-la-Cueva"... Nombres que tienen su gran
historia: "La Pobeda", "La Olmeda" -de olmos
negros-, "El Rejuelo", "Yuebes",
"Pavela", "La Flecha", "Olivar de la
Cruz del Santo", "Camino de la Paloma", "El
Cotarro", "Sancho el Cobo", "Marraña",
"Dobín", "Ruipacho", "Ontiana",
"Arroyo de San Benito", "El Dom",
"Cambrón", "El Pradiel",
"Zoneras", "Los Gascones",
"Alpamala", "Calo del Río",
"Humilladero", "Los Tajones", "El
Ejido", "Camino de Fornoza", entre otros muchos
tan curiosos como "Olmo López", que me hace recordar a
los grupos indígenas de América; "Marraña" o este
otro llamado "Malmadruga" o "Desgalgaperros"
o esos nombres poéticos y sugerentes, como: "Camino de
Aledo", "La Tablada" o "El Pradiel" y
"Camino de Zorzoz". Son tierras con nombres propios,
con historias veladas, sugerentes, atractivas. También los
viñedos tienen su poesía, como las viñas de "El
Bazar", "Valdepadilla", "El Gallo",
"La Hontona", o "El Majuelo Villegas",
"Los Hilos" y el olivar de "Ropiros"...
Viñas y olivares ya sin uva o aceituna, pero ahí quedaron al
menos sus nombres para la eternidad de los archivos y los
recuerdos. Nombres y apellidos que todavía tienen savia en Hita,
como Blas o de Blas, Tejedor, Yela, Viejo Ortiz, Lorenzo,
Esteban, Sanz, del Amo, Pascual, Díaz, Dombriz, García
Estrúñiga, Gallego, Aldeá, Noguerales, Catalinas, González
Gordo, Bachiller, Ceballos, Gutierrez, Bartolomé... Si me paro
en los cerros donde se construían los poblados, tengo que pensar
que estoy en mi casa, en lo que se dió en llamar "El
Cercado", sus plataformas amesetadas y sus rampas de acceso,
me llevan a "Los Bodegos" y su importancia ancestral,
me llevan también a mi propia "cueva" carpetana,
¿romana, árabe...? Donde el tiempo permanece intacto. Y me
pregunto, ¿tiene razón Caro Baroja, cuando señala que los
carpetanos vivían en estas cuevas que les servían de mansiones?
¿Y podría ser Hita o "El Cercado" aquella cueva de la
Caracca de Ptolomeo, que se supone es la actual Taracena, a
cuatro kilómetros de Guadalajara, de la que habla Sertorio, que
fue escenario de un episodio bélico narrado por Plutarco, el
general romano? (Sert.XVII) Siempre he pensado al pasar por
Taracena que las dos montañas que se divisan artísticamente al
Norte están huecas o existen cuevas en ellas, pero al ser Hita
"castro ibérico", es muy probable que esta cueva
bélica fuese Hita o algunos de sus cerros. Dicen que, "la
treta consistió en hacer gran cantidad de polvo, que llevado por
el viento del Norte, el cierzo, se introdujo en las cuevas
haciendo salir a sus habitantes medio ahogados. Al sentirse
indefensos el general romano los apresó". Pacíficamente
estos celtíberos se aliaron con Roma y vivieron en cerros donde
los metales, tal vez, tuvieron su importancia, tal como lo afirma
el mismo T.Livio. Pero llega el siglo XVIII, Hita y "El
Cercado", dos cerros habitados, con un atractivo de
intrínsica belleza, también pudo ser lo que el Profesor Criado
de Val llama Fortaleza de Sabatrán, donde vivió y dominó hasta
Mérida, el Caudillo Saquia. "Sabatrán",
"Caracca", "cercado" suenan en mi oído como
música de "Olivar Sagrado", toponimia ancestral que me
deja pensando cuando desde mi cueva, miro a Hita y quiero ver lo
que hay dentro de ella... Fray Antonio de Heredia dice que
"es nobilísima por su antigüedad" y afirma:
"Hita es población desde el tiempo de los Romanos (y eso es
cierto) y aun me persuado a que fue población de Griegos, porque
su nombre es Griego, y se interpreta, Altura, o Altuya".
Hita cristiana, Ampbitria, "desde la Pruimera Iglesia",
(Flavio L. Dextro Año 66 del Nacimiento de Cristo, El
Chronicon). Estos datos nos hacen pensar en la gran importancia
de Hita en España, el valor de sus nombres están todavía por
descifrar. Y no puedo conformarme sólo con mirarla, porque la
quiero y pertenezco a sus cuevas, a sus bodegos, tengo también
que nombrarla para comprender mejor su lenguaje, que es al fin y
al cabo su belleza, su alma.
Julie Sopetrán
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